A fondo – Martiniano Molina pasó por la ciudad en la Fiesta de la Ordeñadora. Una charla profunda con El Trébol Digital dejó mucho más que una buena receta de cocina. Cuando vino a El Trébol, Martiniano Molina dejó muchas cosas. Entre ellas la cocina, los conceptos y sus amores.
«Soy deportista. Mi leit motiv en la vida tiene que ver con el deporte y es mi forma de vida. Tiene que ver con la salud y siempre me gustó hacerlo», le dijo a El Trébol Digital y agregó: «Me tocó jugar al handball y estar en la Selección. Pero hoy el alto rendimiento lo considero lejano con la salud, es demasiado duro».
Qué tiene que ver tu oficio con el deporte?
«Cocinar y el deporte fueron siempre de la mano. En casa todos hacíamos algo. Somos cuatro hermanos, unos lavaban el auto, otros cortaban el césped y a mi me gustaba la cocina».
Sobre su salto a la fama, Molina dijo: «La bisagra en mi vida para llegar a esto quizás fue la combinación del deporte y la cocina. Estaba en la Selección y en los medios al mismo tiempo. Tuve mucha exposición con programas en vivo. El impulsor fue el Gato Dumas. Fue mi gran maestro. Yo soy quizás distinto a él, pero me marcó para siempre».
Un ping pong con Martiniano Molina
Plato preferido?
«Milanesas».
Qué es lo que más te gusta cocinar?
«Me gusta prender el fuego, ese momento es importante. Lo que cocine es lo de menos».
Lo que mejor cocina tu vieja?
«Soufflé de coliflor».
Una ensalada?
Con cereal, con mijo es riquísima».
Una salsa para pastas?
«Una salsa matricciana de Italia, con tomate, cebolla, pepperoni chino y panceta. Es picantita».
Vacío, achuras, costillas?
«Un poquito de carne y ensaladas. Pero la costilla es insuperable».
Un pescado?
«De mar la brótola. De río me sorprendió la tararira».
Un postre?
«Un buen helado».
Un amor?
«Mi hija Violeta».
Un club?
«Boca Juniors».
